Su olor es el mejor que haya olido en mi vida; sus abrazos son los más acogedores y sensibles. Sus manos, sus mejillas, su forma de ser, el tono en el que desenvuelve su risa, la manera en la que consigue sacarme una pequeña(o grande) sonrisa. Sus "te quiero", sus besos. Su ayuda en lo que sea, su preciosa forma de decirme en la que no me quiere ver mal, por nada, ni nadie.
Ah sí, él; lo adoro, de los pies a la cabeza. No estoy enamorada, en absoluto. Pero quiero un infinito(contigo)
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